En el comunismo los títulos son inmobiliarios

Por: Idaysi Capote

 

En el comunismo no hay títulos nobiliarios, sino inmobiliarios

He escuchado, leído, y también he tratado de poner en mis sentidos “la gran oferta” en tiempos de asfixia de la cianótica economía comunista cubana; imaginando eufórica que en Cuba se leerán libros de una infinidad de autores, con todas las opciones de ideologías, y en cualesquiera de las plataformas digitales que ofrece el siglo XXI si compro el edificio donde estuvo durante casi 130 años la librería más famosa de Cuba, sita en La Habana: La Moderna Poesía.

¡Quien paga, manda! ¿O en Cuba, no?

Por un par de horas creeré en la posibilidad del millón que dibuja la dictadura anticubana; servida en bandeja de ratas, que asegura…
¡¿Que los cubanos que emigramos -forzados o voluntariamente- huyendo de lo irracional; podremos invertir en nuestra Patria?!…

Y el que se quedó: ¿perdió o ganó?…
Ellos han tenido prohibida la opción de probar suerte en casi todo, por lo que no tienen casi nada. Y ni pensar en invertir en esos grandes y peligrosos negocios donde la firma de cierre la plasmará una garra Castro.

Tiemblan ante la idea de perder el poder, o todos los poderes auto conferidos en una sola persona. Afirman que quien tiene poder económico, querrá el poder político. Y el *comandante “Bola ‘e churre» como también se conoce a Fidel, les enseñó bien la lección.

Ahora estos calificativos sexagenarios por los que nos tildan a los desafectos de esa truco-ideología aplicada en la isla, mutaron a cualidades positivas de color verde-dólar.

¡Nosotros, que “éramos” los gusanos, capitalistas, apátridas, malnacidos, mafiosos, mercenarios, escorias, lumpens, pagados por el imperialismo yanqui… ahora podremos enriquecernos legalmente en nuestro país!

No deliro, no; esto es real. Y me emociona en mente y en corazón la inversión que quiero hacer en Cuba desde los Estados Unidos de América… desde Miami, la capital del exilio mundial de los cubanos.

Confieso que tuve la menopausia, pero aseguro que todos mis sentidos funcionan “a full», a pesar de la revolución hormonal que vivimos las mujeres en época de climaterio. ¡Claro que entendí bien! ¡Nos quieren seguir estafando!

Aprovecho la “apertura” porque Miguel Díaz-Canel no tiene otra solución para sacar a Cuba de cómo la mantienen él, los demás dictadores; más los sesenta mil azotes del infernal socialismo tropical… todo un delirio perenne del anticubano Fidel Castro Ruz.

Diaz-Canel -presidente ilegal de Cuba- está como puta en Cuaresma.

El segundón de Raúl Castro, no tiene de dónde sacar un céntimo para las mayorías dentro de la isla.

Las arcas para ellos están llenas, o más gráfico: desbordadas; pero quién sabe en qué bancos de este mundo.

Además, esas fortunas a base de robo ininterrumpido desde 1959 ya tienen patronímicos perpetuos o tatuados… se repiten como carrusel incesante y casi el ciento porciento de los cubanos conocemos de memoria esta secuencia de las familias forradas de títulos inmobiliarios, usurpadores del Patrimonio Nacional, de obras de arte, de oro, de todos los diamantes que sacaron en las guerras del siglo XX en África, de moneda dura internacional, y del desprecio hacia el pueblo cubano… de donde salieron todos.

Primero están los tres apellidos que reinaron desde el desembarco del yate Granma y triunfaron por infortunio; ese día que fue una noche perpetua… el único día en que el yin no le dio espacio al yang… el 1 de enero de 1959:
(Fidel)Castro, (Raúl)Castro-Espín, (Juan) Almeida.

Este trío sobresalió como resultado de una encuesta de cubanos que salieron huyendo desde 1960 después de que -sin juicio justo- les mataron hijos, esposos, hermanos, padres, madres, amigos… por no estar felices con el rumbo que a la fuerza le dieron a Cuba, la misma isla que antes flotaba oronda en el Caribe.

A miles de ellos les quitaron fábricas, centrales azucareros, casas, automóviles; y la opción de vivir decentemente en su país.
El siguiente grupo sin orden, porque mantienen secretos los ceros a la derecha:
Castro-Soto del Valle, Díaz-Canel. (Lis)Cuesta, (Abelardo)Colomé, (Eusebio)Leal, Machado Ventura, Ramiro Valdés Menéndez, Rosales del Toro… y una larga lista de conocidos y de burgueses sutiles.

¿Cómo confiar en hacer un buen negocio con la dictadura Narco-Castro-Comunista-Anticubana; si tienen mordido al mundo entero sin pagar lo que les deben a decenas de países?

¿Cómo creer que no fallarán en sus palabras de negociación, si allí no se negocia ni la manera de pensar, ni de expresarse libremente?

¿Cómo poner un dólar en esas manos de tiranos ensangrentadas, mirándoles a los ojos, cosa que no hacen porque sólo mantienen las miradas en las manos que se muevan al son de un atentado o un golpe de Estado?

Por desgracia y fatalidad geográfica, política y antisocial; muchos cubanos -sin ser escritores- narrarían la novela de sus vidas por experimentar la mancha roja de la ultra izquierda.

Si eres cubano, e inviertes en Cuba comunista; hay dos opciones:

O eres uno de ellos, o debes alejarte de las drogas.

@idaysicapote

Foto tomada de Google

*“Bola ‘e churre» Mote de Fidel Castro por su aversión a el agua de aseo personal.

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