Por: Idaysi Capote
Todo hombre que quiere destruir el mundo sin ser realista, sin sentido común y sin escuchar, necesita una relación absoluta, estática e invariable con los demás.
¿Y cómo se logra esto?, solamente viviendo una cercanía con un Dios o con los muertos. Los vivos que lo rodeen, para mantenerse encima de la tierra, obedecen o mueren.
Para este dictador fue más fácil aliar su imagen al cubano más grande de todos los tiempos: José Julián Martí y Pérez.
Martí, aún es luz para la Patria; y Fidel Castro, todavía un derrame de oscuridad nociva sobre Cuba, sobre Las Américas.
El acercamiento a cualquier deidad estuvo en el subsuelo de sus expectativas. Fidel Castro Ruz se veía a sí mismo como un ser omnipotente, omnisciente y fuera de órbita.
Concepto con cierta lógica cuando se trata de personajes sin temor a castigos por la ausencia total de remordimientos, que sobrepasaron los límites de su ego, mediante aires mentales de grandeza con ráfagas mantenidas y huracanadas de delirios.
Este proceder satánico doblegó a millones de cubanos a través de un poder sin fronteras y de un culto a la personalidad como ley escrita con sangre por el anticristo de Cuba.
No tuvo repararos en echar a todos los dioses y a todos los santos que pudieran eclipsarlo en el corazón de millones de cubanos a los que intimidó con la fuerza desbordada de una dictadura comunista, sólo bien calibrada por sus dolientes y casi siempre subestimada por teóricos y observadores a distancia sin proporción de lo real.
Usó el amparo del Apóstol de La Mayor de Las Antillas, mientras un siglo de vida los separaba. Fidel Castro no pidió permiso para nada, y mucho menos para adoctrinar a varias generaciones torciendo las palabras del Apóstol.
Martí, lo presintió. Desde su visión de un nuevo tiempo para Cuba, sabiendo que no estaría, describió al líder que debía combatirse desde entonces con palabras certeras, y por ello nos dejó su pensamiento escrito:
* “Dos peligros tiene la idea socialista como tantas otras: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo, empiezan por fingirse para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados”.
Fidel Castro leyó El Capital y se dio cuenta de que fue escrito por un súper pillo semejante a él. Karl Marx, parásito de burgueses y escritor pionero de las narco novelas.
Se necesita un exceso de crueldad satánica y patológica para aplicar este culebrón o anaconda en un ensayo de seis décadas, en una isla, donde de principio a fin la trama principal es la destrucción.
Las subtramas van desde el primero hasta el noveno círculo del infierno de La Funesta Tragedia de Fidel Castro, ridiculizando los nueve círculos de La Divina Comedia de Dante.
José Martí quizá nombraría así estos nueve círculos sufridos por Cuba bajo el poderío Narco-Castro-Comunista:
Primero: Timo
Quitar o robar con engaño. En Cuba, los Castro, llevan 60 años sin parar de hacerlo.
Segundo: Jauría
Humanos y hermanos que se comportan con absoluta irracionalidad hacia Cuba, es decir, este par de autoproclamados líderes: Fidel y Raúl Castro Ruz.
Tercero: Violencia
Uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar al pueblo cubano e imponerle una dictadura comunista, sangrienta e ilegal.
Cuarto: Herejía
Dictador que se aparta de la línea oficial de opinión seguida por el pueblo de Cuba borrando los derechos humanos y la identidad como nación.
Quinto: Doctrina
Dar instrucciones -abusando de poderes auto conferidos- a la Patria traicionada de cómo tiene que pensar, comportarse, obrar, alabar, y autodestruirse.
Sexto: Fraude
La revolución cubana a lo Castro; es una farsa, un sacrilegio humano apoyado en el exterminio total de la verdad y de la dignidad del Hombre.
Séptimo: Pereza
El comunismo y los comunistas no malgastan energías si no hay un beneficio. Para el pueblo nada bueno es seguro e inmediato: siempre es algo probable o que se obtendrá en otro siglo.
Octavo: Traición
Esta lealtad prometió Fidel Castro desde el 1 de enero de 1959 y no cumplió, ni aún se cumple en Cuba.
Isaías 41:10
“No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia”.
Noveno: Ruina
Nivel supremo del comunismo.
Lo dijo José Martí: “La verdad solamente despierta una vez, y nunca muere”.
Pensamiento que confirma que ni el pueblo de Cuba sigue engañado, ni la dictadura Castro-Comunista se sostendrá por mucho más.
* Fragmento de carta escrita por José Martí dirigida a Serafín Sánchez. Obras Completas. Volumen 3. 1894
Foto tomada de Google.
Muchas gracias espero que cuba salga de esa tragedia
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