POR IDAYSI CAPOTE
Publicado por elnuevoherald.com el
“El León del Oriente” cubano, líder de la disidencia pacífica en Cuba, José Daniel Ferrer García, está en el bando de los hombres que aman y fundan.
Como escribió nuestro José Martí, quien clasificó en dos grupos a los hombres: Del lado de los que odian y deshacen, a los dictadores Castro Ruz no hay humano que los supere en el liderazgo del mal.
Pero Ferrer García, con su ejemplo —como incontables titanes de la oposición dentro y fuera de Cuba— muestra su valentía con medida y sin armas. No da un paso en falso. Usó su destreza como agudo estratega para enfrentar la pena de muerte a la que fue sentenciado, únicamente por mostrar bajo el sol lo que piensa. Pudo emigrar, complaciendo a la dictadura Castro-comunista a un destierro forzado, pero no aceptó. Se enfrentó a su día final como el mejor de los guerreros. Se libró de tal injusticia después de reclamos y apoyo de todos lados, y un poco de suerte.
Pasó seis años en una celda de castigo aislado del mundo real, y su mundo de ideas se edificó en esta etapa cruel y solitaria. Sacó toda la entereza que lo acompaña por amor a Cuba, su pasión por la justicia, y su fe en la libertad.
En este encierro consigo mismo vio pasar delante de sus ojos, una y otra vez, la saga de su lucha futura. La que libra hoy frente a la dictadura cubana al mando de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). Enfrenta de manera pacífica cada segundo los ataques que recibe sin cesar de la tiranía Castro-fascista para que claudique. ¿El sentido común de estos anticubanos no les indica que los hombres valerosos están del lado contrario? ¿Y estos comunistas tendrán sentido común? Creo que me excedí en describirlos.
Hace un par de días leí una opinión de esos “sin rostro” que abundan para emitir criterios de todo tipo en las redes sociales, y acentuaba que Ferrer García tenía aún muchas lagunas de conocimiento y que el traje de presidente de Cuba no era de su talla
Aprovecho ahora con rostro y nombre para afirmar desde lo que conozco: Cuando tuve el honor de comunicarme a través de textos o de las maneras clásicas con este santiaguero de primera, lo hice a partir de un sobresalto sostenido porque Ferrer García habla de temas que me dejan absorta, sin palabras, y perdida en el llano. La que tiene el océano Pacífico de desconocimientos soy yo después de dos graduaciones en universidades cubanas. Confirmo que este hombre ya está listo para guiar a Cuba por el camino del bien.
Aclaro además, las lagunas de conocimientos se llenan con libros, maestros y tutores. El mar de valor —que Ferrer siempre tiene a punto de Tsunami— no lo completa ni un cargo ilegítimo, como malgasta Miguel Díaz-Canel por estos días. Este malnacido no tiene ni carisma, ni valor, ni intención de llevar a Cuba a la democracia, todo lo contrario.
La dictadura cubana hackeó las cuentas de Ferrer García en las redes sociales. Publicaron una proclama al estilo de Juan Guaidó, para medir si cuenta con pueblo suficiente para seguir los pasos del presidente del pueblo venezolano. Y para su dolor, el León del Oriente cubano pasó la prueba y la superó.
Este hombre también tiene muchos seguidores. Si lo dejaran hablar sin censura, sin golpearlo y apresarlo en el acto, las marchas de los cubanos serían similares a las de los queridos venezolanos.
Esta destreza para reunir personas y adentrarlas a la lucha contra la tiranía, quedó demostrada en los resultados del referéndum celebrado en Cuba el pasado 24 de febrero. Cuando el dictador Raúl Castro autorizó la publicación de las cifras definitivas de dicha votación aceptando, como nunca antes, que casi un millón de cubanos desaprobó la Constitución comunista, el dictador lo hizo porque en realidad fue el triple de esos números, además de un intento porque el mundo crea que la unanimidad antinatural en la isla es cosa del pasado.
José Daniel Ferrer García fue uno de los principales promotores del #YoVotoNO.
Y he ahí la verdad. Después de estar asediados por la policía política castrista, después de que cortaran los servicios básicos para la vida, después que allanaron varios hogares abriendo las puertas con motosierras en presencia de niños, después de lastimar a la esposa embaraza de Ferrer García, y a otras disidentes en estado de gestación, después de desterrar a un luchador pacífico a Guyana, después de apresar y torturar a su hijo de 16 años, y después de no perder la cordura ante tanta atrocidad, queda demostrado que José Daniel Ferrer García tiene la talla de un general mambí, como Ignacio Agramonte y Antonio Maceo, quienes en el siglo XIX, les dieron su vida a Cuba.
Ferrer García, tiene la audacia que aporta la impotencia ante 60 años de crímenes en la isla caribeña. Este aguante en el pecho de un buen cubano, pone a latir el corazón todo el tiempo a merced de la Patria que tiene que ser rescatada. Él lo sabe. Por ello vive.
Este coloso de Cuba lleva consigo un porte marcado por la elegancia de su espíritu. Es un elegido para estampar en la historia cientos de hazañas que se avecinan hasta recuperar la dignidad de los cubanos.
Es época de brotes de líderes genuinos. Tanto Juan Guaidó como este León, están viviendo justo en el tiempo de aniquilar el comunismo de por vida.
José Daniel Ferrer García, “… donde los hombres tienen corazón, tiene él una estrella”.*
Un comentario en “Venezuela tiene a Guaidó, y Cuba tiene a Ferrer”