Por: IDAYSI CAPOTE
Cuando una vida se ha vivido en error, por error, y para el horror constante; se tiene la certeza de que Satanás es el más fiel aliado desde el 3 de junio de 1931.
Así lo demuestran 63 años en el poder absoluto, con un cañón apuntado todo lo que haga feliz a un cubano.
Raúl Castro Ruz, junto a Fidel -su hermano de sangre y de lucha- se ensañaron contra Cuba y su pueblo; para demostrar que existe la destrucción masiva sin bombas, sin conciencia y sin vergüenza.
Cuba ha sido el blanco de este guerrillero nefasto que aún gobierna desde la cama, desde el odio, desde lo sanguinario, y desde un poder que se ha conferido mediante la fuerza armada.
El irrespeto a los derechos humanos es su mayor orgullo, y culpar al “Imperialismo Yanqui” su fortaleza.
¿Y qué dejará tras su muerte inminente?. Porque el diablo por diablo no le ha dado la gracia de vida eterna.
Dejará lo que hoy vemos… la familia cubana separada por fusilamientos, por cárcel política, por inmigración obligada.
Dejará generaciones abusadas de mil maneras; por hambre, sufrimiento, con despojos de alma para poder subsistir por encima de la gran prueba que ha sido la horrible revolución cubana.
Dejará la gente desconfiada, la esperanza negra, las lágrimas de sangre por la frustración de no poder ser un país y un pueblo prósperos.
Dejará el mal ejemplo en Latinoamérica, que piensan a Cuba como utópica.
Dejará el modelo feudal para los líderes impuestos que quieren abarcar y hundir naciones enteras como ya lo viven Nicaragua y Venezuela.
Dejará el ejemplo de todo lo que no debe ser una sociedad, ni el mundo; por el bien de la humanidad.
Se llevará las manos ensangrentadas después de tanto crimen cometido directamente y de manera sutil-hostil.
Se llevará la ira contra la integridad humana de cada cubano aunque algunos lo apoyen por privilegios.
Se llevará también el sometimiento de un ego insano convertido en culto a su personalidad de cada ser aprovechador y amoral que lo apuntala.
Se llevará las buenas costumbres, la coherencia entre el ser devoto a Dios y el buen obrar sin intereses mezquinos.
Se llevará la desunión del pueblo de Cuba que no se pone de acuerdo para derrocar su dictadura.
Se llevará la esencia del cubano libre y feliz con la ilusión de ver la Patria en una prosperidad floreciente.
Por suerte, la plaga Castro Ruz está en extinción y Cuba renacerá a pesar de la decadencia de hoy. A pesar de sus huellas de odio en todo el país y en todos los cubanos.
Los adoctrinados robóticos agradecerán su ausencia. Hoy están cegados por la doctrina anti humana, pero despertarán.
Cuba después del comunismo volverá a ser Cuba.
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