Y vivirán felices en Cuba los que voten ‘No’

POR IDAYSI CAPOTE

Publicado en elnuevoherald.com el

 

¿Qué siga el comunismo a la cubana?

¡Solavaya! Porque llevan 60 años a base de imposiciones, muerte y sangre? ¿Y qué? El imperio otomano tuvo el poder a la fuerza durante seis siglos y ahora sólo existe en libros de historia y en telenovelas.

Un mal recuerdo, sólo eso será este invento del diablo a lo Castro-tropical. Lo quieran o no, si retrocedes, desapareces.

Las secuelas durarán en mente, alma y en un proceder que deberá desintoxicar cada víctima de esta barbarie. Rescatar tradiciones que nos convirtieron en la perla de Las Antillas será la acción constante para que Cuba borre el rojo-bolchevique para siempre.

La familia como núcleo de la sociedad, en Cuba, es más que esto. Encontrarás el árbol genealógico viviente sin necesidad de fotos en álbumes. Conviven en millones de casas cubanas hasta cinco generaciones. Desde tatarabuelos hasta tataranietos.

El matrimonio es un deporte. No sé si la ausencia de la primera dama por más de medio siglo formó un patrón mental inconsciente de que la mujer vale bien poco.

¿Y qué ley protege la violencia doméstica? Al contrario, el machismo patriarcal se niega a castigar estos actos. Sólo si son fatales hay acción judicial. De lo contrario, te presentas en una estación policial con un ojo “ponchado” por un puñetazo y quieres denunciar la paliza, obtendrás unas palmaditas en cualquier hombro y esta sentencia: Vaya para la casa, para qué vamos a detener a su esposo, si total, de mañana no pasa la reconciliación… mucho hielo y no lo enfade más.

¿Y el sexo en tiempo de noviazgo? Si tu trabajo es pagado como limosnas, algo para malvivir un día. ¿Qué habitación de hotel puedes pagar? Conocí a una chica que trabajaba en la morgue de un hospital. En casa, su cuarto lo compartía con tres hermanos. Y la morgue, o habitación idílica de amor fúnebre, era el lugar de citas con cadáveres incluidos.

¿Y la incitación al aborto? Otro deporte nacional. Ante las carencias de anticonceptivos, abortar es una opción hasta inducida por el régimen. Menos bocas, menos reclamos.

¿Y la doble moral? Se habla en familia lo que pocos dicen de la puerta para afuera. Los niños viven la infancia absorbiendo personalidades múltiples de los padres, según convenga. Se aconseja: esto que oíste ahora, si le dices a la maestra, mamá va presa. Y no podrás ser ingeniero porque las universidades son para los revolucionarios. Así que Viva Fidel, Viva Raúl, y nunca tendrás problemas.

Este comportamiento forzado conlleva a depresiones y suicidios que no aparecen en las estadísticas del “Misterio” de Salud Pública.

A falta de psicofármacos, las hierbas abundan, en infusiones o inhalaciones. Por eso el alcoholismo es un nivel de enajenación extremo para ver la luz del túnel, o de una rastra que te viene encima. Total, vivir así es muerte lenta y corrosiva.

Esto último, porque no hay hígado que soporte funcionar con los licores caseros que son bombas etílicas y hepáticas. Con nombres diversos: Hueso e’ tigre, Chispa e’ tren, blúmer flojo, Cola’ito , Azuquín. Perdí un alumno de 6 años, cuando fui logopeda, por una explosión mientras destilaban estos inventos. La explosión mató a seis personas. Con frecuencia lo recuerdo, aún me duele tanto, sólo me calma su risa pícara en una visión que se repite.

Me gradué de maestra logopeda a principios de los 90. Entonces ganaba $2 al mes. Estaba 1 a 100 pesos cubanos, y el salario básico para los graduados universitarios era de 198.00 pesos por dos años. Es decir, me faltaba para comprar este par de dólares que me alcanzaba para un jabón de tocador, un tubo de pasta dental y una caja de fósforos.

Trabajé desde los 8 años en tercer grado de primaria, después de clases, dos horas cada tarde y de lunes a viernes recogiendo rábanos en el huerto escolar de la escuela.

En secundaria básica y el bachillerato estudié seis años en una escuela interna. También trabajábamos después de clases durante estos años, cinco o seis días semanales sembrando y recogiendo tomates y pepinos orgánicos para hoteles y casas de visitas de los Castro. Fue un part-time desde los 11 años hasta los 17 años. Y todavía estamos en deuda con la “revolución”.

Mi madre padeció leucemia, y el medicamento era soviético. Al desaparecer el comunismo de Europa del Este, tenía los días contados para morir. Una buena samaritana desde Miami comenzó a mandarlo para Cuba. Estaba compensada y en una consulta dental, el salón infectado de estafilococos y quién sabe de cuántas bacterias más la contaminó fatalmente. Murió al mes.

Mientras duró el ingreso, el enfermero de la madrugada recibía a su pareja en el cuartito de medicamentos de la sala para tener sexo en horario de trabajo con pacientes en estado terminal. Lo vi en una ocasión drogarse con diazepam inyectado en vena. Era 1991, cómo delatar aquello, sin pruebas, probablemente las que iríamos presas seríamos nosotras por difamación de un hospital revolucionario.

¿Y los disidentes? Siempre irrespetados, cuántos asesinatos fundamentalmente en prisiones, después de brutales palizas, y tantas huellas en sus cuerpos. Con un “seguroroso” o miembro de la contrainteligencia castrista detrás del forense dictando el informe de la causa de muerte para apañar el crimen.

No sé si la enciclopedia británica pueda ser sustituida por tantas vivencias mías y ajenas de la dictadura Castro-comunista asesina.

Cada cubano que padeció o aún subsiste en aquel invento de los Capos del Diablo, Fidel y Raúl Castro Ruz, tiene un arsenal de injusticias y atrocidades vividas que no existe materia prima mundial para elaborar el papel y la tinta que se necesitaría para plasmar tanto horror.

Por estas pequeñas pinceladas y por la hoja de vida de cada cubano marcado de manera atroz por el comunismo Castro-tropical, ¿qué elección se puede tener frente a la boleta del referéndum a celebrarse el 24 de febrero próximo?

Miles no quieren ni ver esta hoja de la farsa; y otros simplemente NO tenemos nada que decidir. Ya, durante 60 años, lo hicieron ellos.

Siga a Idaysi Capote en Twitter: @idaysicapote.

Imaginen tomada de Google

https://www.google.com/amp/s/amp.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article226523605.html

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